martes, 23 de septiembre de 2008

Queen: una banda legendaria

En 1977, Sid Vicious, bajista del célebre conjunto punk Sex Pistols, se encontró cara a cara con Freddie Mercury a la salida de un estudio. Vicious le dijo: “Así que vos sos el que está llevando el ballet a las masas...”, a lo que Mercury respondió: “Ay..., Mr. Ferocious, sólo tratamos de dar lo mejor de nosotros, querido”.

Esta impresionante anécdota refleja mejor que nada lo que Queen representó en la historia de la música: una banda que, lejos de la rebeldía callejera del punk y otras modas, le dio al rock pesado el dramatismo de la ópera y el glamour del music-hall, logrando un estilo que hasta ahora nadie pudo igualar. Pero la historia de este cuarteto se remonta muchos años antes de este encuentro de titanes (y estilos).

En 1971, Mercury se sumó como nuevo cantante a Smile, la banda que tenían Roger Taylor y Brian May, y la rebautizó como Queen. Al poco tiempo, se unió el bajista John Deacon y los cuatro comenzaron a tocar en distintos sitios de Inglaterra, hasta que en 1973 el sello EMI les ofreció un contrato para grabar su álbum debut, Queen I, que tuvo escasa repercusión. Un año después, la banda logró su primer éxito con el tema “Seven seas of Rhye”, de su segundo disco Queen II, y editó otro LP: Sheer heart attack.

Pero el suceso masivo llegó en 1975 con su cuarto álbum, A night at the opera, y el tema “Bohemian rhapsody”, que se transformaría en el sello distintivo del sonido de Queen: riffs poderosos y coros operísticos en un tema de más de 6 minutos. La canción se mantuvo durante nueve semanas en el número 1 del ránking británico. El éxito fue tal que EMI detuvo la edición de otros artistas para atender la demanda por el álbum, y la banda reunió a 150.000 personas en un concierto histórico en el Hyde Park.

Ya consagrados, los años siguientes serían los más prolíficos en la carrera del cuarteto, editando una sucesión de discos brillantes que le dieron varios éxitos, como “Tie your mother down “, “We are the champions”, “We wil rock you” y “Fat bottom girls”. En 1980, Queen alcanzó su pico de popularidad mundial con The Game, un álbum que marca un quiebre en su tradicional estilo musical al incorporar ritmos funk, disco y hasta rockabilly. La banda se embarca en una nueva gira mundial que los traería a la Argentina ese mismo año, para hacer una serie de conciertos en Buenos Aires, Mar del Plata y Rosario. Un año después, el cuarteto compuso el soundtrack para una remake de Flash Gordon, film clásico de la ciencia ficción, y editó su primer colección de éxitos: Greatest Hits.

La corriente electro-pop y new – wave de los primeros años 80 influenció a Queen en su disco Hot Space, que no fue bien recibido por el público y la crítica. Pero la banda no se desanimó y, en 1984, volvió con The works, disco que los reencontró con un sonido más rockero y que incluye otro tema clásico de estadio: “Radio ga-ga”, con un recordado video clip que incluye fragmentos de la película Metropolis, de Fritz Lang.

Queen seguiría cosechando éxitos en los años venideros, realizando históricas presentaciones en vivo, como los conciertos de Live Aid y Rock in Rio, y en 1986 vuelve a ponerle su música a una película: Highlander, de Russell Mulcahy. El disco resultante, A kind of magic, los llevó de gira por todo el mundo, tour que quedó registrado en Live Magic. La banda se tomaría un largo descanso, sólo interrumpido por el LP que Mercury grabó junto a la cantante de ópera española Monserrat Caballé, titulado Barcelona, para volver tres años más tarde con The miracle, álbum que los mostró recuperando su veta más rockera, pero sin perder la sensibilidad pop.

Entre 1989 y 1990, los rumores acerca de que Mercury estaba enfermo de SIDA comenzaron a correr por todo el mundo. En los últimos videos se lo veía deteriorado, vivía recluido en su mansión y la banda se negaba a presentarse en vivo, a pesar del éxito en Europa de The miracle. Sin embargo, Queen editó en 1991 Innuendo, que debuta directamente en el número 1 en Gran Bretaña y que sería uno de sus mejores discos al mostrar todas las facetas musicales de la banda. Una vez más, el cuarteto se negó a salir de tour, y todos los rumores se transformaron en certezas el 23 de noviembre de ese año, cuando en una carta dirigida a sus fans Mercury confirmó que sufría de HIV. Un día más tarde murió.

Los restantes miembros organizaron un recordado concierto homenaje en 1992, del que formaron parte David Bowie, George Michael, Annie Lennox, Elton John, Robert Plant, Guns N’ Roses y otros artistas. El show recaudó millones a beneficio de una fundación para la investigación contra el SIDA y reavivó el interés del público en la banda. En Estados Unidos, el tema “Bohemian rhapsody” fue incluido en la película Wayne’s world y se ubicó en el puesto 2 del ránking. En 1995, los restantes miembros de Queen se reunieron para completar y grabar música para algunas pistas de voz que Mercury dejó grabadas poco antes de su fallecimiento. El resultado fue Made in heaven, último disco de estudio de la agrupación y un verdadero legado de una banda que influenció a millones, pero que nadie pudo imitar.
Una nueva etapa en la historia de una de las mejores bandas británicas de rock se inició en el 2005: Paul Rodgers, ex Bad Company, se unió al grupo en condición de cantante temporal. Los reformados Queen dieron comienzo a una gira que tuvo tan buena recepción que impulsó a los músicos (Rodgers, el guitarrista Brian May y el baterista Roger Taylor, John Deacon se mantuvo al margen) a ingresar a estudios para grabar nuevas canciones.

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